Ajardinamiento del patio delantero de casa adosada próxima a la costa. Se partía del requisito de introducir cítricos y una plumeria, así como de dejar un espacio central diáfano. Puesto que el patio está situado sobre un aparcamiento había que disponer jardineras con suficiente volumen para permitir la plantación de los árboles pero sin sobrepasar el peso capaz de soportar el forjado. Las jardineras se realizaron en ladrillo, en consonancia con la solería de barro preexistente, con volúmenes diversos para dotar de dinamismo a la composición. Finalmente se adosó un banco a las jardineras de la izquierda para ocultar una salida de extracción de humos del garage subterráneo. La selección de plantas se adaptó a las duras condiciones de salinidad del lugar.