Nos encontramos con un piso muy oscuro, con muchas divisorias y sin carácter alguno. Nuestros clientes necesitaban un hogar acorde con su día a día y estilo; 3-4 habitaciones, dos baños y mucho espacio para las zonas comunes. ¡Este piso necesitaba un diseño integral! Diferenciamos zona de día y de noche; dándole más luz a las zonas comunes y calidez a las habitaciones. Como actualmente solo necesitaban 3 habitaciones apostamos por crear un cerramiento móvil entre las más pequeñas. Baños con carácter, gracias a las griferías y baldosas en espiga con colores suaves y luminosos. La pared de ladrillo blanco nos guía desde la entrada de la vivienda hasta el salón comedor, nos aporta textura sin quitar luz. La cocina abierta integra el mueble del salón y recoge la zona de comedor con un banco que siguiendo la pared amueblada. Por último, le damos un toque cálido y rústico con las bigas de madera en el techo. Este es uno de esos proyectos que refleja como ha cambiado el día a día y nuestras necesidades.